miércoles, 11 de mayo de 2016

A D A M A N T I U M
Siempre me considere un fan de los comics, y actualmente de las películas de súper héroes, personajes que ayer solo veíamos en papel y hoy se materializan en la gran pantalla. Es grandioso, imaginar tener estas habilidades sobre humanas; volar, vista de rayos laser, súper fuerza, ser invisible, entre muchísimas otras, que de seguro, imaginamos que podíamos tener cuando éramos más jóvenes. Pero con el tiempo dejamos de imaginar, olvidamos esa fe inquebrantable de niño y empezamos a razonarlo todo, se acabaron los súper poderes y la toalla de baño ya no sirve como capa. La madurez nos lleva a enfocarnos a cosas y proyectos más acordes a nuestra edad.
 Sin darnos cuenta, esa imaginación y fe de niño son los principales poderes que nunca debimos perder, en la Biblia se nos enseña que debemos ser como los niños porque de ellos es el Reino de los cielos, es cierto te aseguro que eso se lo dices a un niño y te cree, pero se lo dices a un adulto e inmediatamente empezara a razonar: “¿Yo, heredero de un reino en los cielos? ¿Eso existe? ¡Si soy un pecador!” y empiezan a flagelarse por errores y culpas que según ellos los hacen impuros y no merecedores de este privilegio, entregado a todos por amor a través de Jesucristo.
La Biblia dice que Dios perdona y olvida tus pecados, si te arrepientes de ellos y no cometes los mismos errores. Si ya Dios lo olvido, ¿Por qué no lo olvidas tú? Y sigue adelante… Con hacernos las víctimas y arrastrar el pasado no ganamos nada. Lo sé, no es fácil, somos humanos y los errores son parte de nuestro aprendizaje, en ningún pasaje bíblico encontraremos que Dios dice que el hombre no pecará nunca, al contrario, sabe que lo haremos, él nos creó y nos dio la habilidad de elegir entre el bien y el mal. Si eliges mal, también te ayudara a salir de allí.
Ese súper poder, la fe de niño que con el pasar del tiempo, va quedando encerrada en el baúl de la vida adulta, ya no hay horas para jugar, ser niños nuevamente, imaginar, crear, innovar.
“No dejamos de jugar por hacernos viejos, nos hacemos viejos por dejar de jugar” esta frase nos motiva a mantener un espíritu joven, que aún puede creer que todo es posible, lo repito: Aun puede CREER que TODO es POSIBLE.
En una de mis películas de súper héroes favoritos “Wolverine” o “Guepardo” también conocido así por muchos; uno de los personajes principales de los “X MEN”. En la primera entrega de esta película en donde explicaban como fue creado y de donde provenían sus afiladas garras que lo cortaban todo como si fuera mantequilla, nos enseñan el porqué de sus habilidades; estas cuchillas que salían de sus manos, al igual que toda su estructura
ósea, está formada con un material indestructible conocido como “Adamantium” un material que provenía de meteoritos del espacio exterior, este hombre tuvo que tolerar que le inyectaran metal fundido hirviendo en su esqueleto, de lo contrario no se podría lograr el objetivo, podía soportarlo porque en realidad su verdadero poder era la habilidad de sanarse de cualquier herida casi que de inmediato. Hay una frase en esta historia que capturo mi atención, el típico científico, representado por un militar retirado que está encargado de hacer el difícil procedimiento quirúrgico le dice:
“Te hare indestructible, pero primero, debo destruirte”
¡Wow! Literalmente me da escalofríos el pensar que alguien me dijera eso, no es fácil aceptarlo, debió sufrir y soportar el dolor como nadie lo ha hecho, pasar por un procedimiento que pudiera llevarlo a la muerte, pero teniendo la convicción que saldría de allí más que fortalecido, aun arriesgando que todo acabara mal y ocurriera una tragedia, pero después de esto, nadie podría con él.
¿No te hace recordar a un personaje en especial? Jesucristo tuvo que soportar una tortura como nadie, esta historia no fue extraída de un comic, realmente padeció todas estas cosas, pero Jesús no fue ungido por el Padre para morir en la cruz, Él fue ungido para soportar la cruz y resucitar. Invencible al tercer día, vive y vivirá por los siglos de los siglos, eso, si es un verdadero héroe, morir por aquellos que te insultan, hieren y lastiman, entregar tu vida para que miles vivan y sean limpios de todo pecado.
Jesús tuvo un componente más fuerte que el “Adamantium”, el amor. El amor por nosotros fue lo que logro que pudiera pasar todas estas pruebas y salir victorioso. ¡Indestructible!
Te diré algo: ¡Eres hijo de Dios!, creado a su imagen y semejanza; vendrán desafíos, pruebas, heridas. Si, lo sé, es duro, lo he vivido. Me considero tu amigo y debo decírtelo. Pero también te diré que podrás con todas ellas, vuelve a ser ese niño que sueña y sabe volar. También te fue dada por herencia de parte de Dios una voluntad inquebrantable, más fuerte que el “Adamantium”, solo tú eres quien puedes destruirte, recuerda, tu principal enemigo no está allá afuera, está en el espejo. Cuídate de ti mismo y anímate a ser mejor cada día. No eres un hombre de acero ni un “Wolverine”, más que eso, eres un hijo de Dios y grandes cosas puedes hacer si lo crees. Los desafíos, obstáculos, heridas, traiciones, tómalos como excusas para hacerte más fuerte. Sé que puedes lograrlo. Con Dios será más fácil. Confía en Él....Convierte tus debilidades en fortalezas, recuerda:
“Te haré indestructible, pero primero, debo destruirte”

Miguel Gutiérrez