A D A M A N T I U M
Siempre
me considere un fan de los comics, y actualmente de las películas de súper
héroes, personajes que ayer solo veíamos en papel y hoy se materializan en la
gran pantalla. Es grandioso, imaginar tener estas habilidades sobre humanas;
volar, vista de rayos laser, súper fuerza, ser invisible, entre muchísimas
otras, que de seguro, imaginamos que podíamos tener cuando éramos más jóvenes.
Pero con el tiempo dejamos de imaginar, olvidamos esa fe inquebrantable de niño
y empezamos a razonarlo todo, se acabaron los súper poderes y la toalla de baño
ya no sirve como capa. La madurez nos lleva a enfocarnos a cosas y proyectos
más acordes a nuestra edad.
Sin darnos cuenta, esa imaginación y fe de
niño son los principales poderes que nunca debimos perder, en la Biblia se nos
enseña que debemos ser como los niños porque de ellos es el Reino de los
cielos, es cierto te aseguro que eso se lo dices a un niño y te cree, pero se
lo dices a un adulto e inmediatamente empezara a razonar: “¿Yo, heredero de un reino en los cielos? ¿Eso existe? ¡Si soy un
pecador!” y empiezan a flagelarse por errores y culpas que según ellos los
hacen impuros y no merecedores de este privilegio, entregado a todos por amor a
través de Jesucristo.
La Biblia
dice que Dios perdona y olvida tus pecados, si te arrepientes de ellos y no
cometes los mismos errores. Si ya Dios lo olvido, ¿Por qué no lo olvidas tú? Y
sigue adelante… Con hacernos las víctimas y arrastrar el pasado no ganamos
nada. Lo sé, no es fácil, somos humanos y los errores son parte de nuestro
aprendizaje, en ningún pasaje bíblico encontraremos que Dios dice que el hombre
no pecará nunca, al contrario, sabe que lo haremos, él nos creó y nos dio la
habilidad de elegir entre el bien y el mal. Si eliges mal, también te ayudara a
salir de allí.
Ese súper
poder, la fe de niño que con el pasar del tiempo, va quedando encerrada en el
baúl de la vida adulta, ya no hay horas para jugar, ser niños nuevamente,
imaginar, crear, innovar.
“No dejamos de jugar por hacernos
viejos, nos hacemos viejos por dejar de jugar” esta frase nos motiva a mantener
un espíritu joven, que aún puede creer que todo es posible, lo repito: Aun
puede CREER que TODO es POSIBLE.
En una de
mis películas de súper héroes favoritos “Wolverine”
o “Guepardo” también conocido así por
muchos; uno de los personajes principales de los “X MEN”. En la primera entrega
de esta película en donde explicaban como fue creado y de donde provenían sus
afiladas garras que lo cortaban todo como si fuera mantequilla, nos enseñan el
porqué de sus habilidades; estas cuchillas que salían de sus manos, al igual
que toda su estructura
ósea, está formada con un material indestructible
conocido como “Adamantium” un
material que provenía de meteoritos del espacio exterior, este hombre tuvo que
tolerar que le inyectaran metal fundido hirviendo en su esqueleto, de lo
contrario no se podría lograr el objetivo, podía soportarlo porque en realidad
su verdadero poder era la habilidad de sanarse de cualquier herida casi que de
inmediato. Hay una frase en esta historia que capturo mi atención, el típico
científico, representado por un militar retirado que está encargado de hacer el
difícil procedimiento quirúrgico le dice:
“Te hare indestructible, pero primero, debo destruirte”
¡Wow!
Literalmente me da escalofríos el pensar que alguien me dijera eso, no es fácil
aceptarlo, debió sufrir y soportar el dolor como nadie lo ha hecho, pasar por
un procedimiento que pudiera llevarlo a la muerte, pero teniendo la convicción
que saldría de allí más que fortalecido, aun arriesgando que todo acabara mal y
ocurriera una tragedia, pero después de esto, nadie podría con él.
¿No te
hace recordar a un personaje en especial? Jesucristo tuvo que soportar una
tortura como nadie, esta historia no fue extraída de un comic, realmente
padeció todas estas cosas, pero Jesús no fue ungido por el Padre para morir en
la cruz, Él fue ungido para soportar la cruz y resucitar. Invencible al tercer
día, vive y vivirá por los siglos de los siglos, eso, si es un verdadero héroe,
morir por aquellos que te insultan, hieren y lastiman, entregar tu vida para
que miles vivan y sean limpios de todo pecado.
Jesús
tuvo un componente más fuerte que el “Adamantium”, el amor. El amor por
nosotros fue lo que logro que pudiera pasar todas estas pruebas y salir
victorioso. ¡Indestructible!
Te diré
algo: ¡Eres hijo de Dios!, creado a su imagen y semejanza; vendrán desafíos,
pruebas, heridas. Si, lo sé, es duro, lo he vivido. Me considero tu amigo y
debo decírtelo. Pero también te diré que podrás con todas ellas, vuelve a ser
ese niño que sueña y sabe volar. También te fue dada por herencia de parte de
Dios una voluntad inquebrantable, más fuerte que el “Adamantium”, solo tú eres quien puedes destruirte, recuerda, tu
principal enemigo no está allá afuera, está en el espejo. Cuídate de ti mismo y
anímate a ser mejor cada día. No eres un hombre de acero ni un “Wolverine”, más
que eso, eres un hijo de Dios y grandes cosas puedes hacer si lo crees. Los
desafíos, obstáculos, heridas, traiciones, tómalos como excusas para hacerte
más fuerte. Sé que puedes lograrlo. Con Dios será más fácil. Confía en Él....Convierte tus debilidades en fortalezas, recuerda:
“Te haré indestructible, pero primero, debo destruirte”
Miguel Gutiérrez
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